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Pabellón Jacal-Matatl-Huacal*: Una intervención de arte público transformadora
Eder Castillo*
2020–2023, México
Resumen del proyecto
El Pabellón Jacal-Matatl-Huacal es un proyecto artístico multidisciplinario que se materializa como un dispositivo escultórico móvil diseñado para transformarse y adaptarse a lo largo de tres iteraciones durante los años 2020–2023, en el contexto de la pandemia de COVID-19. Este Dispositivo Híbrido Funcional-Moderno surge como respuesta a los profundos cambios sociales, económicos y culturales desencadenados por la crisis sanitaria global, que transformó radicalmente la interacción en espacios públicos y la actividad cultural en México. Al combinar la intervención artística con el compromiso social, el proyecto busca reactivar y reimaginar los espacios públicos a través de instalaciones site-specific que fomenten la participación comunitaria, el diálogo cultural y la conciencia ambiental en un momento de aislamiento y desafíos colectivos.
El proyecto se inspira en la arquitectura funcionalista mexicana, el muralismo y la forma escultórica, integrando materiales reciclados y de origen local, junto con técnicas de producción artesanal. Cada iteración del pabellón —Jacal (2020), Matatl (2022) y Huacal (2023)— se adapta a un contexto específico: un vecindario urbano, una zona periurbana y un entorno rural, respectivamente. Estas estructuras temporales funcionan como plataformas para la interacción cultural y social, abordando crisis exacerbadas por la pandemia, como la precariedad social, la degradación ambiental y la erosión de los espacios comunales.
Marco conceptual
El Pabellón Jacal-Matatl-Huacal reinterpreta el legado de la arquitectura funcionalista mexicana, el muralismo y la forma escultórica, influencias significativas en el panorama cultural y arquitectónico de México, adaptándolas al contexto de la pandemia de COVID-19, que restringió el acceso a espacios públicos y culturales. Inspirado en obras icónicas como la Casa Estudio Diego Rivera de Juan O’Gorman, la Tallera de David Alfaro Siqueiros y el Polyforum Cultural Siqueiros, el proyecto adapta sus principios a estructuras asequibles, adaptables y móviles para democratizar el acceso al arte y la arquitectura en tiempos de crisis. Los pabellones se construyen utilizando materiales reciclados y naturales —como metal, maguey, carrizo y fibras de palma—, reflejando los principios del Arte Povera y estrategias de diseño de bajo costo comunes en el Sur Global. Estos materiales garantizan viabilidad económica, portabilidad y arraigan la obra en tradiciones locales y en una conciencia ecológica, resonando con las necesidades de sostenibilidad en un mundo post-pandemia.
El proyecto se articula en torno a cuatro ejes temáticos: territorio, desplazamiento, economía y memoria. Estos temas guían el diseño y la activación de cada pabellón, fomentando dinámicas participativas que resuenan con las necesidades e historias de las comunidades afectadas por las restricciones y los impactos sociales de la pandemia. Al promover experiencias estéticas colectivas, el proyecto desafía la mercantilización del espacio público y propone modelos alternativos de producción social y cultural en un contexto de recuperación post-COVID-19.
Cada pabellón establece un diálogo con obras emblemáticas de la arquitectura y el muralismo mexicanos, reinterpretando sus principios en el contexto de la pandemia:
Pabellón Jacal (2020) y la Casa Estudio Diego Rivera de Juan O’Gorman: La Casa Estudio, diseñada en 1931, es un hito del funcionalismo mexicano que combina simplicidad estructural, materiales locales y una integración con el entorno natural. En 2020, en medio de los confinamientos por la pandemia de COVID-19, el Pabellón Jacal adopta esta estética funcionalista y su relación con la materialidad local, utilizando elementos como madera y hoja de pino para crear una estructura móvil que promueve la cohesión social en un momento de distanciamiento físico. Inspirado por el carácter escultórico de la Casa Estudio, con sus volúmenes geométricos y su fusión de arte y arquitectura, el Jacal incorpora una dimensión escultórica que invita a la interacción comunitaria, evocando la integración de la pintura mural de Rivera en el espacio arquitectónico.
Pabellón Matatl (2022) y la Tallera de David Alfaro Siqueiros: La Tallera, diseñada por Siqueiros en 1965 como taller y espacio cultural, representa un lugar de experimentación artística donde el muralismo se fusiona con la arquitectura funcional. En 2022, cuando las comunidades comenzaban a recuperarse de los impactos de la pandemia, el Pabellón Matatl, situado en un entorno periurbano, refleja esta fusión al integrar técnicas artesanales con un diseño minimalista que dialoga con las prácticas de autoconstrucción. Al igual que la Tallera, que promovía la creación colectiva, el Matatl utiliza materiales reciclados y fibras naturales para crear un espacio que fomenta el diálogo sobre desplazamiento y resiliencia económica en un contexto de recuperación post-COVID-19, resonando con el carácter social del muralismo de Siqueiros.
Pabellón Huacal (2023) y el Polyforum Cultural Siqueiros: El Polyforum, inaugurado en 1971, combina arquitectura, escultura y muralismo en una estructura monumental que busca ser un espacio cultural para las masas. En 2023, en un entorno rural y tras años de adaptación a las limitaciones impuestas por la pandemia, el Pabellón Huacal toma inspiración de esta monumentalidad escultórica y su integración de disciplinas artísticas. Al igual que el Polyforum, que utiliza formas geométricas audaces, el Huacal combina artesanía tradicional con diseño moderno para crear una estructura que reflexiona sobre la identidad rural y la sostenibilidad ambiental, promoviendo un espacio de encuentro cultural que responde a las necesidades de reconexión comunitaria en la era post-pandemia.
Fases del proyecto
Intervenciones específicas
Impacto artístico y social
El Pabellón Jacal-Matatl-Huacal se posiciona dentro del discurso del arte contemporáneo al abordar problemas globales urgentes —precaridad social, crisis ambientales y la marginación de los espacios públicos— a través de una perspectiva de accesibilidad e inclusión, especialmente relevante en el contexto de la pandemia de COVID-19. Al hibridar referencias arquitectónicas y muralistas históricas con necesidades sociales contemporáneas, el proyecto desafía las nociones convencionales de las instituciones artísticas y propone un modelo de producción artística que es participativo, sostenible y profundamente contextual.
El proyecto culmina en una pieza de videoarte que entrelaza la documentación de las instalaciones de los pabellones, sus interacciones con las comunidades y sus procesos de producción en una narrativa de “ficción real”. Esta obra encapsula el espíritu del proyecto, combinando realidad e imaginación artística para reflexionar sobre el potencial transformador del arte público en tiempos de crisis sanitaria y recuperación.
En el contexto del arte contemporáneo, el Pabellón Jacal-Matatl-Huacal se alinea con movimientos globales que priorizan prácticas socialmente comprometidas, la sostenibilidad ambiental y la descolonización de la producción cultural. Al operar fuera de los espacios tradicionales de museos y galerías, especialmente durante los cierres causados por la pandemia, el proyecto redefine el papel del arte en la vida pública, creando “espacios excepcionales” que contrastan con los entornos urbanos homogeneizados producidos por el urbanismo neoliberal. Su énfasis en la colaboración, materiales de bajo costo y la especificidad del lugar resuena con artistas y colectivos como Assemble (Reino Unido) o las instalaciones socialmente comprometidas de Tania Bruguera.
Este enfoque en dinámicas participativas y colaboración comunitaria lo desdobla como una respuesta a la atomización y la precariedad exacerbadas por la pandemia de COVID-19. Al integrar el conocimiento local, las prácticas artesanales y referencias a la arquitectura y el muralismo mexicanos, contribuye a las discusiones sobre el patrimonio cultural y la sostenibilidad, ofreciendo un modelo de cómo el arte puede mediar entre la tradición y la modernidad frente a los desafíos ambientales y sociales en la era post-pandemia.
En suma, el Pabellón Jacal-Matatl-Huacal es más que una intervención escultórica; es una plataforma dinámica para reimaginar el espacio público, fomentar la resiliencia comunitaria y reflexionar sobre las intersecciones del arte, la arquitectura y la sociedad. A través de sus tres iteraciones el proyecto crea un diálogo entre el pasado y el presente, lo local y lo global, ofreciendo una visión esperanzadora para el papel del arte en el abordaje de las crisis contemporáneas y la recuperación colectiva.
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